Corria por un oscuro bosque, denso y frio. No podia ver mas allá de mis narices, estaba asustada de lo que me perseguia y corria sin cesar, sin entender, sin esperanza alguna de que de alli saldria. Podia escuchar las voces que me susurraban al oido palabras inentendibles… pero, susurraban en mi oido? O era solo un eco que se repetia una y otra vez en el funesto lugar? Se podia percibir un olor extraño y nauceabundo: olia a huesos triturados, a vinagre y a hierro (aun puedo percibir ese maldito olor) y la neblina era tan densa que a mi paso podia jurar que me acariciaban manos de cadáveres.
De pronto, vi una luz. No como en las peliculas, no. No llegó despacito ni fue aumentando. Simplemente apareció una la luz y alli yo estaba. estaba descalza sobre una tibia grama, fue lo primero que vi, mis pies. Tenian una especie de florecitas silvestres pintadas encima, como si estuvieran tatuadas. Alzé mi rostro el que fue bañado por la mas cálida brisa veraniega y me di cuenta que estaba en un campo cubierto todo de verde esperanza. Y volé. Abrazada por la brisa que ondeaba mi largo pelo castaño y el vestido de vuelos color lila que llevaba puesto.
Llegue hasta la playa, donde tu me aguardabas, fue entonces cuando pude ver mis alas en el reflejo del agua y me puse triste. Me acogiste entre tus brazos y sonreiste con los ojos. Tus ojos, que rebosaban de una cierta chispa inexplicable, como tantas veces los vi en mis otros sueños. Me miraste fugazmente, como por un segundo que fué eterno. Tenias la mirada de un niño de 5 años que hubiese descubierto la guarida de Santa Claus, y que aunque pudiera palpar el milagro con sus manos su subconciente le cuestionaba si era real.
Entre abriste tu boca para decirme algo que no pude descifrar, porque se escuchó como el canto de los angeles del cielo (porque estoy segura de que si existen, sonarian exactamente asi) y en ese exacto momento algo (nunca sabré que) me arrebató por detras y caí al mar. No podia encontrar la salida, ni mis pies el final. Entre en pánico, luche lo mas que pude pero sentia como rapidamente se extinguia mi vida. En un ultimo esfuerzo sobrehumano logré salir a flote con mis manos al aire; me vi desde el ángulo en que un cineasta toma a la actriz principal en una escena de peligro, desde arriba, como si ya no fuese yo la que estaba luchando por vivir. Y en el confuso momento en que mi cuerpo medio salia del agua me vi gritar tu nombre, pero jamas lo escuché. Se escuchó solo el clamor de una mujer ahogando.
Abri los ojos y me encontré a mi misma tirada en el piso bañada de sudor y lagrimas… con nauseas. Me arrastré por el piso hasta el baño… y vomité.
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Poseciones
Published enero 10, 2009 Alien , Boheme , Depresion , Intento de poesia , Pensamientos , Versos Dispersos 1 CommentTengo un pedacito de sonrisa, que le muestro a mis amigos mas cercanos cuando me preguntan como estoy. Tengo la excusa perfecta, para salir temprano del trabajo cuando mis làgrimas ya no puedo disimular.
Tengo un peluche en la cama, para hacerme la idea en las noches de que no duermo sola. Tengo un sentimiento guardado, que se atora en mi garganta y me suplica que lo deje vivir.
Tengo un peluche en la cama, para hacerme la idea en las noches de que no duermo sola. Tengo un sentimiento guardado, que se atora en mi garganta y me suplica que lo deje vivir.
No me acostumbro
Published enero 9, 2009 Alien , Boheme , Depresion , Erotico , Intento de poesia , Pensamientos , Versos Dispersos Leave a CommentAun no me acostumbro a tratar de olvidarte. A que debajo de mi almohada no hayan plumas ni mariposas en mi vientre. A que panchito me mire en silencio desde una esquina de mi cama. A que mis sàbanas huelan a detergente.
No me acostumbro, a la idea de que alguna vez fui feliz y que ahora solo me quede el recuerdo de tu mirada. A mirar las estrellas en el techo y acordarme como fingì no sentir nada aun cuando setìa que mi mundo se derrumbaba.
Aun no me acostumbro al dolor en el pecho, ni al nudo en la garganta, ni a todas las noches de insomnio pensando en ti. A que mi cuaderno este vacio. A que en mi espalda no hayan alas.
Aun no me acostumbro… A vivir sin ti.
No me acostumbro, a la idea de que alguna vez fui feliz y que ahora solo me quede el recuerdo de tu mirada. A mirar las estrellas en el techo y acordarme como fingì no sentir nada aun cuando setìa que mi mundo se derrumbaba.
Aun no me acostumbro al dolor en el pecho, ni al nudo en la garganta, ni a todas las noches de insomnio pensando en ti. A que mi cuaderno este vacio. A que en mi espalda no hayan alas.
Aun no me acostumbro… A vivir sin ti.
Estoy harta de los vibradores y de los penes ficticios.
Despertar…
Published enero 7, 2009 Alien , Boheme , Depresion , Intento de poesia , Pensamientos , Versos Dispersos Leave a CommentCon menos yunques en la mochila. Con los huesos descansados y una sonrisa en el rostro. Escribiendo sobre una espalda ajena a mi pecho, dentro de unos brazos a los que no pertenezco.
Despertar…
Y saber que he dormido toda la noche. Sin los duendecillos que me asustan. Sin la pesadilla que me persigue.
Sin narcòticos, ni antipsicòticos.
Simplemente despertar.
Despertar…
Y saber que he dormido toda la noche. Sin los duendecillos que me asustan. Sin la pesadilla que me persigue.
Sin narcòticos, ni antipsicòticos.
Simplemente despertar.
Gracias.
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